El Poder de la Tele

Cuando por fin llegué a casa con una caja de un metro por 30 centímetros, la dueña de mi casa levantó la vista y observó paso a paso como abría con ansia el mencionado paquete.

Del envoltorio saqué una guitarra roja, lo que hizo que, la dueña de mi casa ya no sólo levantase la vista, sino todo su cuerpo para comprobar que lo que yo tenía entre manos era lo que ella de verdad creía ver.

Se acercó hacia mí y, poniendo cara de ^creo que viene alguien sospechoso^ me dijo: "¿Qué leches haces tú con eso?". A lo que yo contesté: "Es un juego para la Play y se llama Guitar Hero. Consiste en darle a estos botones de aquí (señalo verde, rojo, amarillo, azul y naranja) simulando que estás tocando una guitarra eléctrica". Se dio la vuelta sin mediar palabra.

Durante los dos meses siguientes la situación era la siguiente: Yo guitarra en mano, dueña de mi casa con cara ^creo que viene alguien sospechoso^. Por un momento pensé que mi ingreso en Ciempozuelos iba a ser inminente si de la dueña de mi casa dependiera pero...

La tele, como en muchas otras ocasiones, me ayudó. Un día a los señores de Gran Hermano se les ocurrió la brillante idea de llevar otras 12 cajas de 1 metro por 30 centímetros y repartirlas ante todo bicho pululante de esa casa y esos bichos estuvieron una semana entera simulando grandes conciertos rockandrolleros en Guadalix de la Sierra. La dueña de la casa comparó el contenido de dichas cajas con el que hace dos meses salió de la mía porque, sí, yo esa guitarra la tengo todo el día a la vista.

No sé qué narices pasó por su cabeza pero algo muy en su interior hizo que, por un momento, fuesen sus dedos y no los míos los que estaban pulsando el verde, el rojo, el amarillo y...ya, porque jugó en nivel principiante.

Por eso quiero agradecer a la tele que, cuando uno no tiene argumentos ella te los sirva en bandeja o... en forma de guitarra. Dejando que mi única preocupación sea si regalar por Reyes a la dueña de mi casa un chándal de Tactel o... el FIFA 2008, no sé...así lo mismo entienda mejor al dueño de mi casa.

Gracias por todo Milá