Los Paparazzi deberían ir a la cárcel

Cuando decidí estudiar Periodismo opté por escribir una frase en un papel y ponerla en el corcho de mi habitación, de manera que pudiera verlo cada vez que me levantase (estoy ficcionando). La hojita decía tal que así: “Cuando acabe la carrera nunca seré paparazzi”

La cagué, hoy digo a viva voz que no hay paparazzi indigno sino paparazzi en el programa equivocado, porque hay tres que son de enmarcar: Mario, Jose y Alberto le han dado al gremio un toque profesional hasta ahora desconocido y espero que se lo sigan dando mucho tiempo.

Estos paparazzis son geniales. Están empezando a crecer como profesionales y ya se han ganado el respeto de muchos. Por eso, desde el blog, les hago un llamamiento para que hagan un tour por las universidades del país en plan “Ser paparazzi mola y es digno”. No sé lo que los futuros plumillas aprenderían pero reír, ser reirían un rato.

Cada vez que los veo, aparte de inspirarme simpatía, pienso en lo equivocada que estaba cuando, el primer año de universidad e ilusa de mí, escribí aquella frase en aquel papel rosa hortera.

Sólo me queda decir “lo siento” y dejar constancia del por qué de mis palabras. Ahí queda.